1/9/09

Pakistán: Regulares matan a 40 milicianos en región del Khyber


Pakistan, (AP).- Las fuerzas del gobierno destruyeron cuatro bases milicianas y mataron a más de 40 insurgentes en un enfrentamientos cerca del paso del Khyber, la principal vía de suministros para las tropas de la OTAN en Afganistán, dijeron los militares.

En otros puntos del noroeste, el ejército afirmó que 105 combatientes talibanes paquistaníes se rindieron en el valle Suat, en el mismo lugar donde ocurrió un ataque suicida este fin de semana, provocando una intensificación de las medidas de seguridad que ha dejado decenas de milicianos muertos.

Ocho de ellos son colaboradores cercanos del comandante talibán del Suat, Maulana Fazlulá, dijo el brigadier Salman Akbar, comandante del ejército en el pueblo de Kabal, en el valle.

Estados Unidos ha presionado a Pakistán para que combata a los talibanes que operan mayormente en las zonas tribales cerca de la frontera, donde no hay control de las autoridades y que Washington considera como otro frente en la guerra en Afganistán.

Dos comandantes milicianos también murieron en las redadas realizadas en Bara, en la región noroccidental del Khyber, dijo una declaración de los Cuerpos Fronterizos, fuerzas paramilitares de Pakistán.

Informó que en las operaciones los militares mataron a más de 40 insurgentes, aunque no hubo confirmación independiente. La declaración agregaba que 40 milicianos fueron capturados en la operación, que comenzó en la madrugada y continuó durante el día.

Los nuevos combates ocurrieron días después que un atacante suicida mató a 19 guardias en un control fronterizo en Khyber entre Pakistán y Afganistán. El ataque fue atribuido a los milicianos talibanes.

Los militares de Pakistán han intensificado su lucha contra los talibanes este año, quienes se cree dan refugio a los líderes de al-Qaida en el área que controlan, donde el gobierno sólo tiene control nominal. Los talibanes también colaboran en los ataques contra las fuerzas occidentales en la frontera afgana.

Los dos ataques suicidas en Suat y en Torkham se producen como represalia por la muerte de su líder Baitulá Mehsud, que murió en un ataque con un cohete estadounidense en Waziristán del Sur, asimismo por las operaciones del ejército en Suat.

La rendición de más de un centenar de milicianos en Suat da impulso al ejército que realiza esfuerzos para pacificar la region, donde existen bolsones de resistencia y se vive un ambiente de tensión.

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