30/8/09

Obama tiene que definir, qué es Chávez ¿Terrorista o Narcotraficante?



CARACAS.- El hombre de Venezuela, Hugo Chávez, recientemente advirtió que vienen "vientos de guerra para América del Sur" e hizo llamado a sus soldados para entrar en combate en contra del país aliado de los Estados Unidos, Colombia. ¿Tendríamos que tomar estas amenazas como verdaderas, o es otro cuento (ahí viene el lobo) del coronel venezolano?

Es poco probable una guerra entre Colombia y Venezuela. Pero es mejor estar seguros, y una amenaza militar que venga de un hombre que proyecta en público fatiga de guerra (Neurosis de Guerra; es el estrés postraumático por los combates, la pérdida del control nervioso y diversos síntomas psíquicos), NO puede ser ignorado.

Aunque los generales de Chávez no están en el "ánimo" de enfrentar a Colombia ni a nadie más. La corrupción y la politización han debilitado las fuerzas armadas (en minúscula) de Venezuela, aún y pesar de la adquisición de billones de dólares en armamentos de Rusia entre otros. Cabe añadir, que el presidente Hugo Chávez en sus 10 años en el poder, ha encañonado sus armas a la población civil en Venezuela.

Abusadores como él no advierten a sus víctimas de lo que les espera. No pelean abiertamente, y prefieren operar encubiertos, directamente o a través de sus aliados regionales “antiimperialistas”, la Alternativa Bolivariana para América Latina y el Caribe ALBA, una comisión con más altos decibeles de los líderes con peor actuación política de la Región, como lo son, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Ecuador y hasta Junio, Honduras.

Honduras es el blanco más reciente de la política de subversión de Chávez. El ha convencido a su crédulo prosélito, Manuel Zelaya, que tras alcanzar democráticamente la presidencia, la retenga a través del hasta ahora victorioso “modus operandi” ALBA, para que sustituya los poderes Legislativo y Judicial, para que nunca surja un líder surja que le haga competencia democráticamente.

Chávez ha dirigido esta política en Bolivia y Ecuador, mientras que al mismo tiempo, el actual miembro del ALBA, Daniel Ortega, esta atentando hacer lo mismo en Nicaragua. Afortunadamente, las instituciones democráticas en Honduras, el sistema Legislativo y el Judicial se han mantenido fuertes. La Corte Suprema encontró en unanimidad a Zelaya, culpable de crímenes de alta traición, ordenando que fuera removido de la presidencia.

Para Chávez, perder a Zelaya es un revés para la ejecución de su Socialismo del Siglo XXI, que lo ha llevado hasta el borde de la histeria. El ha prometido reiteradamente que derrocará al presidente de facto en Honduras, Roberto Micheletti, apuntalado para la presidencia por votación abrumadora. Incluyendo todos los miembros del partido político de Zelaya, exceptuando sólo tres. Los soldados de Hugo Chávez no han sido vistos en Honduras, pero hay reportes que operativos de la inteligencia cubana y venezolana están fomentando la violencia para dañar la imagen del gobierno, una táctica muy común en países de América Latina.

Por ejemplo, en Colombia el cuento de Chávez de que “ahí viene el lobo” es para ocultar sus agresiones, como el evidente apoyo a las Fuerzas Revolucionarias de las FARC, internacionalmente condenadas y tipificadas de “células narcoterroristas” Los recientes descubrimientos del gobierno de Colombia de apoyo de Chávez a las FARC, lo ha encabritado provocando en él espantosas majaderías y rabietas.

En Marzo del 2008, las Fuerzas Especiales de Colombia destruyeron campamento militar de las FARC situado en Ecuador a una milla de la frontera con Colombia. Las computadoras personales incautadas que pertenecían a Raúl Reyes, revelaron las contribuciones financieras que Hugo Chávez les venía dando, además de apoyo militar. Las FARC documentaron la oferta de Chávez por $300 millones de dólares en Colombia, además de otros grupos marxistas en América Latina, así como colaboraciones y contribuciones políticas al presidente de Ecuador, Rafael Correa, uno de los más fuertes aliados de Hugo y “cheerleader del ALBA.”

Tanto Rafael Correa como otros líderes izquierdistas condenaron a Colombia por la violación de la soberanía de Ecuador, en vez de denunciar la presencia de campamentos terroristas transnacionales que solo coexisten con la venia de esos gobiernos.

Para entonces, la histeria de Hugo Chávez alcanzó tonos altísimos, acusando al presidente de Colombia Álvaro Uribe de “criminal” y de dirigir un “NarcoEstado” y a través de la televisión nacional, ordenó a sus militares trasladar 10 batallones con tanques de guerra hacia la frontera con Ecuador, la cual ordenó también su cierre y por ende todas las negociaciones. La medida trajo consecuencias más nefastas y negativas para Colombia que para Venezuela.

El más reciente ataque o rabieta de Hugo Chávez contra Colombia ha sido por el acuerdo militar con los Estados Unidos, que permitirá la presencia estadounidenses en siete bases en ese país, para atacar a los terroristas y a los narcotraficantes. Chávez y su coro de izquierdistas acusaron a Uribe de proveer bases militares para que el “Imperio” atacara la Región.

Los Estados Unidos han reiterado que no hay bases militares instaladas en Colombia. Que no hay planes para esto. Que tampoco se han enviado fuerzas militares estadounidenses adicionales. Que por el contrario, el número ha disminuido en los últimos años y que en la actualidad hay menos de 1.000. Al mismo tiempo, el número de cubanos y otros asesores “rogue-state” (asesores de distintos estados que no respetan otros ni mucho menos sus tratados internacionales,) duplican este número.

La presencia de los Estados Unidos en Colombia no representa ningún peligro ni agresión contra otras naciones, por el contrario, ha colaborado con el gobierno colombiano a desmantelar fuerzas terroristas y de narcotraficantes. Bajo la Administración de Uribe, el número de la guerrilla Marxista ha sido drásticamente reducida de 18,000 a 9,000. Los paramilitares derechistas han perdido más de 30,000 miembros. No son una fuerza organizada. Mientras que los oficiales de las Naciones Unidas han reportado que los programas para controlar el cultivo de coca, ha reducido a la mitad en un año.

Entonces… ¿Por qué los vientos de guerra? Porque una vez más, los vínculos de Hugo Chávez con armamentos ilegales, y los canales con las drogas han sido expuestos.

En Agosto 03, el New York Times reportó que los oficiales de Venezuela siguen asistiendo a los comandantes del grupo rebelde más grande de Colombia, ayudándolos a negociar armas en Venezuela y hasta obtener tarjetas de identidad falsas para que puedan trasladarse con facilidad en Venezuela. El periódico citó nombres militares y funcionarios de altos niveles y de la Inteligencia del gobierno de Chávez en estas transacciones.

Otro ejemplo más reciente aún, fueron las revelaciones de las armas rusas vendidas a Venezuela y que Colombia les incautó a miembros de la célula terrorista de las FARC. Venezuela prometió en Estocolmo que esas armas nunca terminarían en manos de terroristas, y al final si terminaron en manos de ellos. Al principio Chávez reaccionó molesto y luego dijo que las armas fueron robadas años atrás, pero que nunca fueron reportadas.

El gobierno de Hugo Chávez está fuertemente comprometido con el narcotráfico. En septiembre del 2008, el Departamento de Estado citó tres oficiales venezolanos el ex ministro de Interior y Justicia, Ramón Rodríguez Chacín; y los oficiales Hugo Armando Carvajal Barrios y Henry de Jesús Rangel Silva, de colaborar con las actividades del tráfico de drogas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia FARC. Sus bienes fueron congelados.

Estos tres venezolanos vendrían a ser, comparando sus cargos en referencia a los Estados Unidos, como el Director del FBI, del CIA y el Procurador General de la Nación. ¿Habrá alguien que piense que estas tres personas pudieron haber actuado por sí solas, sin el conocimiento, el aval y la protección de Hugo Chávez?

Pero Colombia no es el único blanco de ataque. Los Estados Unidos es el principal mercado para la industria de la droga que proviene de Colombia, del cual Chávez y sus aliados de las FARC, controla el 60% de la producción. Es evidente, que Chávez planee una guerra aún no declara en contra del gobierno de Colombia y los Estados Unidos.

Desafiando esto y mucha evidencias más, algunas siguen siendo “clasificadas” es decir, secretas, de la guerra aún no declarada de Hugo Chávez, ¿Cuál debería ser la respuesta de los Estados Unidos? PRIMERO: Llamar a Chávez por lo que realmente es, un presidente que apoya el narcotráfico y el terrorismo. SEGUNDO: Declarar oficialmente a Venezuela como un Estado que promueve el terrorismo. El Concilio de Seguridad Nacional entregó sus recomendaciones desde el 2003. Algunos oficiales norteamericanos, con buenas intenciones pero mal dirigidos, sienten que diplomáticamente pueden convencer a Chávez de cambiar su ruta narcoterrorista. ¡El no lo va a hacer!

TERCERO: En defensa de la dependencia de los Estados Unidos por el petróleo de Venezuela, la cual financia las agresiones antidemocráticas y anti-Americanas, Norteamérica puede encontrar más fuentes petroleras por el 8% de sus importaciones, mucho más rápido que las alternativas que Venezuela pueda encontrar para colocar el 72% de sus exportaciones petroleras.

Algunos podrán alegar que esto puede ser desproporcionar o política de confrontación. Ellos entonces deberían pensar en la madre del menor que murió de una sobredosis, la esposa del policía asesinado por narcotraficantes, o los huérfanos de los soldados colombianos que fueron asesinados por las armas de guerra proveídas por Hugo Chávez.

La reacción pacífica de los Estados Unidos, cuya seguridad nacional está bajo ataque, está complemente justificada.

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